Controlando el colesterol

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Seguro que todos habremos escuchado hablar alguna vez sobre el colesterol. Un tío que lo sufre, un alimento que lo reduce, una madre preocupada, o un anuncio que  lo repite sin cesar. Pero, ¿sabemos realmente de qué nos hablan cuando el colesterol aparece en la conversación?

El colesterol es un lípido, es decir, una sustancia grasosa, cerosa, que existe de manera natural en todo nuestro cuerpo. Eso es así porque el cuerpo lo necesita para su correcto funcionamiento aunque esa necesidad es limitada: sólo necesita una determinada cantidad. ¿Qué pasa cuando esta cantidad se excede? Se puede combinar con otras sustancias y acabar adhiriéndose a las paredes de las arterias, denominándose placa. Es ahí donde aparecen los problemas. Las placas pueden llegar a estrechar las arterias hasta el caso extremo de obstruirlas.

Es por eso que se relacionan los niveles de colesterol elevados en la sangre con el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Por otro lado, cabe tener en cuenta el factor edad, ya que los niveles de colesterol aumentan con ella. Además, hay que ser consciente de los riesgos, ya que no hay nada que nos vaya a avisar del problema, ya que cuando el colesterol nos augmenta no existen ni síntomas ni presenta signos, hay que detectarlo con un análisis de sangre. ¿Cómo sospechar entonces que podemos tener el colesterol alto? Nuestras probabilidades aumentan en caso de tener antecedentes familiares, sufrir sobrepeso, o consumir de manera abundantes comidas grasosas.

Para mejorar los niveles de colesterol y así prevenir posibles cardiopatías las medidas que podemos tomar son bien simples. Las más significativas serían: dejar de fumar y consumir alimentos bajos en grasas, como por ejemplo granos integrales, frutas y verduras. También ayudamos a nuestro organismo usando salsas y aderezos bajos en grasas. Otra medida sería la práctica regular de ejercicio, y por último, controlar nuestro peso en caso que se sufra de sobrepeso.