¿El dinero lo cambia todo?



El tema del marketing social y del cambio de comportamiento asociado a hábitos saludables es una constante en este mundo avanzado en el que vivimos. Y más en un entorno de obesidad, tabaquismo, baja adherencia terapéutica, etc. Sin embargo, hay una línea de trabajo con el mismo objetivo pero poco comentada y mal vista: el uso de incentivos financieros para que el ciudadano mejore su salud. Si te pagaran, ¿dejarías de consumir fast food? ¿empezarías a hacer ejercicio si te pagaran mensualmente por ir al gimnasio? ¿recordarías tomar tus medicamentos si te pagaran?

Existen multiples artículos sobre el tema, como este publicado en 2012 en Healthcare Policy, que resume muy bien la evidencia sobre el uso de incentivos. Incluso, hay una revisión Cochrane sobre el uso de incentivos para dejar de fumar, que revisa toda la evidencia al respecto. Además del tabaco, otro de los temas más estudiados es el del control del peso, como en este artículo publicado en JAMA en 2008.

Las principales dudas que existen se centran en la ética de este comportamiento paternalista por parte del Estado. ¿Es correcto pagar a alguien para que no gane peso o haga ejercicio y así evitar pagar en el futuro por sus problemas de salud derivados de comportamientos poco saludables? En Inglaterra, este tipo de incentivos incluso protagonizó una noticia en el Daily Mail que fue comentada en la web Behind the Headlines. Lógicamente, y desde otra perspectiva, muchos se preguntaran: ¿que incentivo reciben los ciudadanos que están más motivados y hacen ejercicio o no fuman? ¿La buena salud ya es un incentivo por si misma?

Hace un año y medio, participamos en una sesión clínica y hablamos de incentivos dirigidos al ciudadano para evitar comportamientos saludables. Es un buen resumen del tema:
Incentivos económicos para la mejora de la salud from Miguel Angel Mañez

Nota: la frase inicial (de la imagen) es una cita de Henry Ford.
Salud con cosas