Uñas sanas: Cómo solucionar las alteraciones más frecuentes

Muchas mujeres sufren porque sus uñas son frágiles y no pueden lucirlas como quisieran. También están quienes presentan otras alteraciones, como estrías,  manchitas, etc. En esta nota explicamos cada una, sus posibles causas y cómo se deben tratar.

Las uñas de las manos y de los pies protegen los tejidos de los dedos. Están formadas por capas de una proteína endurecida, llamada queratina. Las uñas saludables, por lo general, son lisas y presentan un color uniforme, no importa si se observan manchas blancas o crestas verticales.

Pero si se observan alteraciones en ellas, ya sea en el color o la forma, lo primero que hay que hacer es consultar al dermatólogo, pues éstas pueden darse como signo inicial de una enfermedad.

El Jefe de la División De Dermatología del Hospital de Clínicas, el doctor Miguel Allevato afirma que es importante saber interpretar las modificaciones de la uña para conocer el problema que puede presentarse.

Además, explica que aunque la mayoría de las veces se atribuye el problema a los hongos, esto es una creencia errónea porque esto sólo sucede en tres de cada diez casos.

El contacto con detergentes y lavandinas, la manipulación de algunos alimentos y ciertas medicaciones orales (ya sea para bajar el colesterol o betabloqueantes para el corazón) son algunos de los responsables de las alteraciones de las uñas.

Allevato agrega que “En el caso de las uñas de los pies, una de las principales causas es el traumatismo por alteración ortopédica o por el uso de calzado inadecuado. Por eso las alteraciones son mas frecuentes en los pies que en las manos, pero la gente consulta más por las manos, y por los pies sólo suelen hacerlo durante las vacaciones’.

Una solución para cada caso

  • Uñas quebradizas y levemente deformadas: Puede indicar la falta de vitamina B5 (ácido pantoténico), B8 (biotina) y H. También pueden manifestar signos de anemia, trastornos endocrinos y mala circulación sanguínea, eczema o estrés.

Qué hacer: Incorporar a la dieta alimentos que contengan las vitaminas faltantes: hígado, levadura de cerveza virgen, leche, yema de huevo o maní (en una dosis de 100 a 300 mcg); tomar algún suplemento vitamínico, y si el problema persiste consultar con un especialista.

  • Puntos blancos: Pueden originarse en golpes, pero si se presentan en todas las uñas, pueden ser síntomas de alguna enfermedad. En ese caso, consultar al dermatólogo.

Qué hacer: Si el caso se observa en alguna uña (no en todas), la mancha irá desapareciendo con el crecimiento ungueal, en un lapso de 4 a 6 meses. Si duran más, o se hallan generalizadas, habrá que consultar al médico.

  • Inflamaciones en la base: Se trata de un principio infeccioso que puede ser ocasionado por un corte excesivo de cutículas, por trastornos inflamatorios, traumatismos o tics, como comerse la cutícula.

Qué hacer: Además de la consulta médica por este caso puntual, nunca hay que cortar las cutículas ni retirarlas completamente porque constituyen una eficaz barrera contra las infecciones.

  • Excesivamente curvas: El problema puede deberse a un mal cuidado de las cutículas que forman la reserva de las células de queratina aunque también puede ser hereditario

Qué hacer: Es importante no cortar las cutículas ni utilizar implementos de manicuría que puedan alterar cambios en la fisonomía y curvatura natural de las uñas.

  • Opacidad u oscuridad: El lecho ungueal (base de la uña) normalmente es de color rosado, pero cuando ingresa aire entre la uña y su lecho, esta se opaca. Si toma un color negruzco o amarillento, puede indicar la presencia de hongos, bacterias o enfermedades de las uñas.

Qué hacer: Con ayuda de un especialista, recortar la uña hasta el punto de unión con su lecho y limpiar la zona. Probablemente el médico le recete alguna medicación.

  • Uñas que se vuelven gruesas o con formas raras: Si se da en varias uñas puede tratarse de un hongo.

Qué hacer: Seguir lo indicado en el caso de uñas opacas u oscuras.

  • Desdoblamiento: Este problema puede deberse a caracteres genéticos de debilidad y exposición a factores externos que perjudican las uñas.

Qué hacer: Evitar el contacto con el agua caliente y el detergente. Utilizar dos tipos de guantes: de algodón y arriba, de goma. Lavarse las manos con agua fría y no utilizar demasiado quitaesmalte (en especial si tiene acetona).

  • Presencia de estrías: Envejecimiento de las uñas que aparecen durante la adultez. No son frecuentes en niños y jóvenes.

Qué hacer: Emparejar con una lima de cartón de grano fino, cuidando de no afinar demasiado la uña, También puede pintárselas con un esmalte de buena calidad para mayor protección.

  • Uña encarnada u onicocriptosis: Se trata de la introducción de la uña dentro de la piel, signo de alarma de que algo está funcionando mal y ese algo puede estar originado por el pie o por otras áreas del cuerpo que repercuten en el pie Un problema de columna como la escoliosis, una dismetría (alguna de las piernas más larga), repercute en el pie. El pie plano es una de las alteraciones que con más frecuencia se la asocia. Creer que solo se debe a un mal corte de la uña es erróneo.

Qué hacer: Es conveniente consultar con un dermatólogo, pero también con un traumatólogo por posibles trastornos de pie o de la columna (pie plano). Si la persona tiene predisposicón a tenerla por antecedentes genéticos, debe optar por usar calzado con puntera ancha y alta, que permita mover los dedos en su interior.

8 pasos para proteger sus uñas

1.     Evite el maltrato de las uñas, por ejemplo, hurgar en la tierra de una maceta sin guantes; eso significará mucha agresión para sus uñas, que pueden volverse quebradizas o desdoblarse.
2.     Es conveniente arreglarse las uñas luego de bañarse: así estarán más blandas y se evitará el agrietamiento.
3.     Limarlas en forma regular: Esto es importante para estimular su crecimiento. Es preferible utilizar limas de cartón y no limar en forma excesiva para no producir efectos contrarios (debilitamiento).
4.     Aplique crema humectante, una vez que sus uñas estén completamente secas. Masajearlas bien para que penetre la crema y favorecer su efecto humectante.
5.     Si el esmalte para uñas se salta, intente retocarlo; el uso muy frecuente del quitaesmalte es perjudicial.
6.     Aplique calcio en sus uñas. Constituye una forma mínima de protección sobre la capa superficial de las mismas.
7.     Dígale no a las uñas postizas. El pegamento empleado para fijarlas es tóxico para el tejido ungueal y puede provocar hongos.
8.     Siga una dieta equilibrada. Ingiera frutas, verduras, carnes rojas y blancas. No olvide los lácteos ni las legumbres.

“Un 70% de la población tuvo, tiene o tendrá algún problema de uñas, ya sea de manos o de pies, y esa frecuencia aumenta con la edad”.

“Lo importante es saber interpretar las modificaciones de la uña, ya que habitualmente, se las confunde con hongos y se las tratan de esta manera, siendo abordadas en con tratamiento inadecuado”.

Cómo dejar de comerse las uñas

1º) Tomar conciencia e identificar las situaciones que ACTIVAN el hábito de morderse las uñas.

Por ejemplo: acariciar, tocar, palpar, frotar o rascar las uñas, los bordes de las uñas y de las cutículas antes de llevarlos a la boca. etc.

2º) Tomar conciencia e identificar las situaciones que PROVOCAN o ESTIMULAN el hábito de morderse las uñas.

Por ejemplo: Al estudiar, momentos de exámenes, leer libros, viendo la TV, frente al ordenador, discusiones y nerviosismo, etc. (apunte todo lo que recuerde).

3º) Tomar conciencia e identificar las situaciones en que ha EVITADO el hábito de morderse las uñas.

Por ejemplo: practicar actividades deportivas, charlas con amigos, bailando, etc.

4º) Evitar realizar constantes autocríticas de la situación de sus uñas.

Por ejemplo: Tengo las uñas muy feas, tengo los dedos torcidos, etc.

Si logra tomar conciencia de las cuatro situaciones mencionadas, añadida a una determinación voluntaria de dejar este hábito, tendrá las armas más poderosas para emprender la lucha y vencer definitivamente su manía de morderse las uñas.

En resumen, tomar conciencia es darnos cuenta de lo que nos pasa o lo que hacemos y a la vez tener la voluntad de modificar o renunciar a nuestras conductas. En la medida en que vayamos tomando conciencia cada vez que llevamos nuestros dedos a la boca, estaremos progresando hacia la superación de este mal hábito.

Fuente: www.podium.es

Buena Salud