Los problemas de automedicarse

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Ya sea por facilidad o economía, la automedicación es una práctica común que se refiere a la ingesta de algún medicamento por iniciativa propia, sin la recomendación de un médico. Más del 50% de los medicamentos se prescriben o venden de forma inapropiada y las personas no los usan correctamente.

La automedicación puede ser responsable, sólo si se utiliza para tratar síntomas menores como el dolor, la fiebre, la acidez de estómago, el resfriado, etc. pero únicamente por un tiempo limitado, pues cada medicamento trae consigo siempre una reacción adversa, que puede ser mínima o grave.

Existen varios problemas que pueden presentarse cuando una persona se automedica. Uno de los más graves es la resistencia a los antimicrobianos. Las bacterias tienen la capacidad de adaptarse y generar resistencia hacia un cierto antibiótico, que con el tiempo dejan de ser eficaz para combatir enfermedades infecciosas. Esto provoca que el paciente requiera cada vez medicamentos más potentes que puedan tener mayores reacciones adversas.

Cada persona es distinta en metabolismo o absorción de los fármacos, por esto cuando tomamos algún medicamento por recomendación de un amigo o familiar, se corre el riesgo de no tomar en cuenta dichas reacciones del organismo que por su uso erróneo o por reacciones alérgicas pueden ser causa de enfermedad, sufrimiento y muerte.

Otro problema al tomar medicamentos sin la intervención de un especialista es la interacción de estos con otros medicamentos o alimentos, que pueda ocasionar una reacción tóxica en el organismo, potenciar la acción de alguna droga o disminuirla.

Si una persona que acostumbra automedicarse acude a consulta médica, y no menciona los fármacos ingeridos puede ocasionar una equivocación en el diagnóstico o tratamiento, pues el médico puede omitir síntomas o adjudicarlos a otra causa.