Si ya vimos cómo entender los embalajes de los medicamentos y su importancia, ahora veremos cómo entender los prospectos, cuya importancia, es mayor si cabe, que la del embalaje, ya que va a contener información esencial para el uso del medicamento.
Legalmente el prospecto debe incluir:
¿Qué es? Es decir, composición del principio activo y de los excipientes que contiene.
¿Para qué se utiliza? Es decir, cual es la acción que realiza ese medicamento y en que síntomas o enfermedades está indicado.
¿Cómo utilizar el medicamento? A saber, dosis usual y cuál es la vía de administración, oral, rectal, tópico, intramuscular, etc.
Debe indicar las contraindicaciones del medicamento, es decir, en qué casos no se debe utilizar.
Debe detallar las precauciones a tomar durante su ingesta. Indicando en qué casos se debe utilizar con cautela, si es necesario un seguimiento médico o consejos en caso de embarazo, conducción de vehículos o manejo de maquinaria peligrosa.
Indicará los posibles efectos secundarios, es decir, efectos que no son deseados por el medicamento.
Indicará, si los hay, qué efectos puede producir el hecho de que se esté tomando otro u otros medicamentos e incluso alimentos.
Debe indicar claramente las acciones a seguir en caso de intoxicación, es decir, en caso de haber tomado más cantidad de la recomendada o indicada.
Y por último, debe dar las instrucciones de conservación.
Si después de su lectura se tiene alguna duda, debe consultarse con el médico o con el farmacéutico.